UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
NÚCLEO BARINAS
Cristian J. González P. (chrisgo2405@hotmail.com/chrisgo2405@gmail.com)
COMPENDIO DE LAS NORMAS
EDITORIALES
La discusión
grupal sobre las normas editoriales generó algunas conclusiones generales que
se manifestarán a manera de resumen o compendio.
El American National Standards
Institute (ANSI) de Nueva York en 1972 muestra su "Preparación de los
artículos científicos para su presentación escrita u oral", en la que
define la fórmula conocida como IMRaD (Introducción, Material y Metodología,
Resultados y Discusión; en español, IMRyD). Actualmente se suele utilizar
este esquema al redactar artículos científicos; sin embargo, cuando se desea publicar
el artículo, existen diversas normas editoriales exigidas por las diferentes
revistas u otro medio de publicidad que necesariamente hay que tomarlas en
cuenta.
El
Consejo Barinés de Investigación y Desarrollo a través de la revista de
Investigaciones Interactivas COBAIND, por ejemplo, sostiene unas normas de
publicación a las que son sometidos los artículos: Originalidad por parte del
autor sobre su investigación científica, o una reflexión que aporte
significativamente en diversas áreas del conocimiento; se escribirá en hoja de
papel tamaño carta (por una sola cara), con márgenes de 4 cm (superior e
izquierdo) y 3 cm (inferior y derecho) y con un interlineado de 1.5; la letra
será Arial 12. Se anexará los datos personales del autor o autores,
procedencia, dirección de trabajo y de habitación, números de teléfonos, correo
electrónico, trayectoria profesional… De igual manera, el texto estará escrito
en español y no podrá consignarse a otra revista paralelamente.
Independientemente
de cual sea la revista escogida adecuadamente para publicar un artículo
científico se
utiliza el mismo tipo de lenguaje: claro, bien
estructurado, con tendencia a
las frases cortas y
al orden lógico (sintaxis muy sencilla) que permite
diferenciar claramente los hechos o resultados
de los juicios de valor e inferencias, con mucha terminología, y espíritu de síntesis y de concisión,
sin errores ortográficos ni ambigüedades, utilizando correctamente los tiempos
verbales…El texto es, en general, impersonal, sin marcas del "yo" ni
elementos que se puedan entender como subjetivos. Domina el tono de
imparcialidad y de rigurosidad que se espera de las obras científicas.
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